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jueves, 15 de junio de 2017

Juntos en el camino hacia el 4.0


Por: Juan Carlos Lastiri 
México y Alemania comparten, a partir de esta administración, muchas más cosas que la animadversión del Presidente Trump. En la reciente visita de la Canciller Alemana, Ángela Merkel, la vinculación entre nuestros países ha entrado en una nueva y promisoria etapa, habida cuenta de que se ha avanzado en un acuerdo para ir juntos en el camino hacia la Industria 4.0 y la Formación Dual 4.0. Estos conceptos aluden a la cuarta revolución industrial, un nuevo modelo de fabricación inteligente, en el que el diseño de los procesos gira en torno a la automatización e interconección, con el objetivo de reducir costos e incrementar la eficiencia.
En esta nueva era, se diluyen las clásica barreras de separación entre el mundo real y la realidad virtual, a través de la Internet de las Cosas, un espacio inédito de  conexión de los procesos con las personas y las cosas, ya sea de manera inalámbrica o a través de cables. Tomarnos como socios por parte de Alemania va mucho más allá de mantener relaciones cordiales. El gobierno alemán entiende a la perfección que nuestro país entraña un enorme potencial de cara al futuro tecnológico, no solo por la infraestructura a desarrollar sino por la cantidad de recursos que puede ofrecer.
Como lo he señalado en anteriores ocasiones, las trece reformas estructurales concretadas al inicio del sexenio en nuestro país, más temprano que tarse, generarán impactos positivos. Una mirada rápida a nuestro alrededor es suficiente para perctarnos de que en estos momentos empieza a hacerse notorio  el fuerte impulso de infraestructura en todo el país y que nuestro país está consolidándose como un importante destino para las inversiones. En los poco más de cuatro años y medio que van de esta administración, se ha registrado la llegada de más de 144 mil millones de dólares a nuestra economía.  Para dar su justa dimensión a este hecho, conviene tener presente que se trata de una cifra 52 por ciento superior a la registrada en el mismo periodo de la administración anterior.
Sin lugar a dudas, México es un destino atractivo para un país que como Alemania busca espacios para el despliegue de sus grandes empresas. Es convicción propia que el tamaño y dinamismo de la economía alemana, aunado al entorno de estabilidad macro y el proceso transformador que está viviendo México, constituye una combinación atractiva para los siguientes años. Estoy cierto que este es el tipo de relaciones que nuestro país busca para lograr la entrada a la era de alta tecnología. Alemania quiere ser un buen socio de inversión en beneficio de ambas partes, recordemos que en nuestro territorio hay cerca de 1,900 empresas alemanas, que han creado 150 mil empleos en México, empleos de alta calidad, con trabajadores bien calificados.
Este sistema en el que hoy nos embarcamos conjuntamente se asienta en la percepción de  que nuestro país es tierra fértil y nuestros socios están dispuestos a hacer mucho por él, al igual que nosotros. De inicio, en 2018 México será el país invitado de la Feria de Hannover, la mayor feria industrial del mundo, un foro importante para que los empresarios mexicanos puedan presentarse y aprovecharla para dar el salto hacia la nueva era de la industria 4.0 y la producción digitalizada.
Los que conocen y aprecian la producción digital tienen que velar porque países como el nuestro no sólo sean un taller para producir lo que otras grandes empresas de internet hayan encargado, sino que gran parte de la creación de valor se quede en la producción industrial, y esto tiene un significado muy importante para nuestro país porque queremos salir de la capa de ingreso medio para tener empleos cada vez mejor calificados. No tengo duda de que México es un socio importante para Alemania y de que existen compromisos y visiones compartidas: un comercio libre, justo y equitativo, que redunde en beneficio de todos. A través de estos espacios mucho he hablado de la necesidad, en esta transición económica que vivimos, de que nuestro país avance en la generación de empleos en los sectores de alta y media tecnología porque hoy, son los que más valor agregado dan a una economía. Tenemos ante nosotros el reto y la gran oportunidad de dar este paso; uno de los países más avanzados del mundo ha decidido ir con nosotros al futuro de la llamada cuarta revolución industrial, así que todo apunta a que las reformas estructurales aprobadas en esta administración están ya, cambiándole el rostro a México, en hora buena para todos los mexicanos. 

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